Conforme pasan los días sin llegar a un alto el fuego en la guerra provocada tras la invasión de Rusia a Ucrania a finales del pasado mes de febrero, las consecuencias humanitarias y económicas se multiplican de manera exponencial.
Los refugiados se cuentan por millones, además de las numerosas víctimas mortales y heridos provocados por los enfrentamientos entre ambos países. Pero la situación va más allá: los datos económicos tampoco son buenos, pero no solo para los dos países implicados. Estas son algunas de las consecuencias a nivel económico que veremos a corto plazo:
Aumento del precio de la energía
Aunque esto es algo con lo que estamos acostumbrados a lidiar desde hace años, es una situación que se va recrudecer a raíz del conflicto bélico, especialmente en Europa. Algunos países, como Alemania, dependen en gran medida de la importación de gas ruso, con lo que la ruptura de relaciones con el país puede abocarles a quedarse sin suministros o a sufrir un increíble aumento del precio.
Subida generalizada de precios y, en consecuencia, de la inflación
Si el precio de la energía aumenta, es lógico que el resto de precios sufran una escalada debido al incremento de los costes de producción y fabricación. Es otra de las principales consecuencias a corto plazo que ya estamos experimentando, al menos en España, y que, por supuesto, afecta principalmente a los consumidores y a los más desfavorecidos. El Estado tendrá que enfrentarse a un aumento de la inflación, algo que puede tener consecuencias nefastas para el PIB y la economía del país.
Aumento de los presupuestos para defensa y armamento
Ya son muchos países (entre ellos España) los que han aumentado la partida presupuestaria dedicada a defensa y armamento, tanto para reforzar su propio ejército como para enviar ayuda a Ucrania.
Como es lógico, esta inversión ha de encajarse en los presupuestos generales del Estado. Ahí es donde se complica la situación, pues puede implicar recortes en otras partidas. Tarea nada sencilla y que en muchos casos se encontrará con la negativa de la oposición.
Incertidumbre económica global
Las guerras siempre provocan momentos de gran tensión e incertidumbre a todos los niveles, con fuertes caídas de las bolsas mundiales como mayor indicador del proceso. Esta situación siempre es complicada, porque la incertidumbre genera inseguridades y pérdidas.
Complicaciones en las relaciones diplomáticas
Los apoyos a Ucrania procedentes de gran parte de la comunidad internacional no han sentado precisamente bien en el Kremlin. El gobierno de Rusia ha advertido de que tomará represalias contra todos aquellos que se enfrenten a ellos. Recordemos que Rusia es uno de los pesos más pesados del orden global. Pese a las notables diferencias en gestión, a ninguno de los países de su entorno le interesa mantener malas relaciones con Putin.
Aparte está el posible boicot que puedan sufrir algunos países por parte de las grandes fortunas rusas, sobre todo en aspectos de turismo. En este caso, España también es una de las grandes afectadas por la situación.
