Site stats El impasse entre México y España: la carta que comenzó todo – Limelight Media

El impasse entre México y España: la carta que comenzó todo

Hace más de 500 años, España conquistó México. Lo que ocurrió en los casi tres siglos de ocupación que terminaron hace unos 200 años con la independencia mexicana, ha acabado en un impasse moderno entre los gobiernos de ambas naciones. Tanto es así que la nueva presidenta electa del país azteca, Claudia Sheinbaum, se ha negado a invitar al rey de España, Felipe VI, a su toma de posesión del cargo. Pero, ¿cuál es exactamente el problema y cuáles serían las consecuencias de la prolongación de este impasse entre los países? Esto es lo que se sabe hasta la fecha.

La Historia

La conquista española no sólo de México, sino de varios otros países de América Central y del Sur, es un hecho histórico ya de por sí controvertido. Los episodios de masacres, abusos y robos chocan con los de liberación, colaboración, avances y progreso más actuales, por lo que aún hoy muchas personas no ven con buenos ojos la relación con España, ya que persiste resentimiento en la población. Sin embargo, a lo largo de la historia contemporánea, la relación entre ambas naciones había permanecido no sólo cordial, sino de intensa cooperación tanto económica como cultural. Como datos curiosos; México es el importador número uno de productos españoles en América Latina y España es el segundo país que más invierte en México.

Carta controvertida

En 2018, tanto el rey Felipe VI como el presidente de España, Pedro Sánchez, asistieron a la toma de posesión del entonces recién electo presidente de México: Andrés Manuel López Obrador (AMLO, der.). Tal como lo habían hecho los representantes del gobierno y la monarquía españoles con todos los mandatarios anteriores. Todo parecía normal hasta que unos meses después, en 2019, AMLO le envió una carta a Felipe en la que le exigía una disculpa por todo lo ocurrido durante la conquista de México. “Durante la Colonia se vulneraron derechos individuales y colectivos que con una mirada colectiva deben asumirse como atentados a los principios que rigen a ambas naciones (…) México desea que el Estado español admita su responsabilidad histórica por esas ofensas y ofrezca las disculpas o los resarcimientos políticos que convengan”, dice la carta.

Más detalles

AMLO envió la misiva no solo a la monarquía española, sino también al papa Francisco en el Vaticano, máximo representante de la Iglesia Católica. La carta no recibió una respuesta formal del rey, sino que fue difundida por los medios de comunicación de España, lo cual causó molestias en el presidente mexicano. En ese entonces, declaró: “Actualmente, el Estado que presido no pide un resarcimiento del daño en pecuniario de los agravios que le fueron causados por España ni tiene el propósito de proceder de manera legal ante los mismos; en cambio, México desea que el Estado español admita su responsabilidad histórica por esas ofensas y ofrezca las disculpas o resarcimientos políticos que convengan… Fue una invasión. Hubo matanzas, imposiciones. La llamada conquista se hizo con la espada y la cruz. Se edificaron las iglesias encima de los templos”.

“Consideraciones contemporáneas”

Unas semanas después el gobierno de España respondió y dijo que rechazaba el contenido de la carta “con toda firmeza”. El comunicado publicado por la Cancillería dice: “La llegada, hace 500 años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas. Nuestros pueblos hermanos han sabido siempre leer nuestro pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva, como pueblos libres con una herencia común y una proyección extraordinaria”. El rey, por su parte, se abstuvo de hacer cualquier declaración y España, como se dice, siguió su camino y no volvió a tocar el tema. Sin embargo, AMLO no quedó satisfecho. Durante su mandato, de diciembre de 2018 a septiembre de 2024, puso en “pausa” las relaciones bilaterales con España en dos oportunidades, la primera vez por el asunto de la carta; y la segunda por considerar “abusivas” las prácticas de empresas energéticas españolas que operan en México.

Sin invitación

Claudia Sheinbaum, la reciente y primera presidenta de México, recibió el máximo apoyo por parte de AMLO en su campaña, en la que ella incluso prometió continuar con los proyectos del ex presidente durante la transición. El principal punto de su propuesta y sobre el que están de acuerdo ambos mandatarios es en el empeño en que España haga unas declaraciones más satisfactorias. La presidenta señaló: “Lamentablemente, dicha misiva no mereció respuesta alguna de forma directa, como hubiera correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales. El reconocimiento de los pueblos indígenas es fundamental en mi gobierno y espero que mi llegada a la presidencia de México abra un nuevo entendimiento con España”. Por esto, Sheinbaum invitó al presidente del país ibérico, Pedro Sánchez, a su toma de posesión del uno de octubre de 2024, pero no al rey Felipe VI. 

Rechazo y “consecuencias”

 “El Gobierno de España considera inaceptable la exclusión de Su Majestad el Rey de España de la invitación a la toma de posesión”, afirmó el estado ibérico en un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores. Margarita Robles, ministra de Defensa, agregó que “el jefe del Estado acude siempre a todas las tomas de posesión, por tanto, no podemos aceptar que en este caso se le excluya. Si se le excluye, España no va a estar representada”. En pocas palabras, si Felipe VI no asiste al acto, el gobierno tampoco acude. En cuanto a las consecuencias, analistas tanto españoles como mexicanos afirman que este impasse probablemente quedará igual que cuando surgió: en nada. Creen que las relaciones comerciales y culturales entre ambas naciones son demasiado fuertes y que pronto habrá comunicados que anuncien un entendimiento entre las partes.

Advertisements