El actor español Mario Casas es mucho más que una cara bonita, aunque ciertamente su buen aspecto le ha abierto puertas. Con una carrera que comenzó a base de pequeños anuncios publicitarios cuando era sólo un niño, en 2010 nos sorprendió conquistando al público internacional al protagonizar la adaptación al español de A tres metros sobre el cielo. Desde entonces y una década después, Mario cuenta con un Premio Goya y varias producciones en Netflix. Sigue leyendo para que conozcas más sobre este guapo artista.
Sus orígenes
Mario nació hace 37 años en La Coruña, Galicia, siendo el primer hijo de unos padres jovencísimos: Ramón, un constructor de entonces 19 años y Heidi, un ama de casa de 17. La pareja, que ha sobrevivido todos estos años y que hoy vive en Barcelona, tuvo después a Sheila (35), Christian (31), Óscar (25) y Daniel (de nueve años). Mario, que vive en Madrid por motivos profesionales, viaja con frecuencia para ver a su familia, de la que se siente muy unido. Sheila es ebanista, influencer, empresaria y se ocupa de los asuntos legales de su hermano; Christian también tuvo sus pinitos en la actuación, pero actualmente vela por sus finanzas y cuestiones administrativas; Óscar es actor, igual que Mario, e incluso han trabajado juntos; y Daniel, el benjamín, es de momento el niño de la familia al que todos miman.
Formación
Dado que nació en Galicia y se crió en Barcelona, el actor no solo habla español, sino también un poco de gallego y bastante catalán. Estudió Bachiller Artístico en Martorell y, a los ocho años, ya trabajaba como modelo infantil para promociones impresas. Antes de cumplir diez años tuvo su primer anuncio actuado: un comercial de Telepizza (en la imagen). Tras esto vinieron trabajos publicitarios que realizó para ayudar con las finanzas de su hogar. Hasta entonces, Mario había soñado con convertirse en bombero o profesor de gimnasia, pero tras los anuncios le picó el gusanillo de la actuación. Así, cuando terminó el bachillerato, decidió irse a vivir a Madrid para estudiar en la Escuela de Interpretación Cristina Rota.
Complejo adolescente
El trabajado cuerpo de Mario Casas es uno de sus mayores atributos, pero el actor asegura que no siempre se sintió seguro. Afirmó que cuando tenía 17 años, época en la que se fue a Madrid a estudiar, medía 1,60 metros y era muy delgado. Consideró que debía hacer un cambio físico y comenzó a practicar toda clase de deportes: desde fútbol hasta tenis y cricket. También se inscribió en un gimnasio para sus entrenamientos de fuerza que caracterizan la musculatura que hoy ostenta. Tras varios años de esfuerzo, el artista creció hasta alcanzar 1.80 metros de altura y ganó el músculo que lo hizo conocido en la gran pantalla, y es que hoy en día es considerado uno de los actores más atractivos de España.
De telefonista a “SMS”
A la par de sus estudios y entrenamiento físico, Mario dividía su tiempo restante entre cástings, audiciones y trabajos esporádicos como carpintero y telefonista para poder mantenerse. Fue a los 19 años, en 2006, cuando todo su esfuerzo rindió frutos: consiguió su primer papel televisivo en la serie SMS: Sin miedo a soñar de La Sexta, además de en una película: El camino de los ingleses, dirigida por el icónico Antonio Banderas. El contenido sexual de ambas producciones convirtió rápidamente al actor en un sex symbol en España. Pronto llegarían otras cintas como: Fuga de cerebros, Mentiras y gordas y la serie Los hombres de Paco, en la que de 2007 a 2010 interpretó al policía Aitor Carrasco.
El cielo del éxito
En 2010, la carrera de Mario dio un gran salto cuando fue elegido para protagonizar A tres metros sobre el cielo, la adaptación al español del director Fernando González Molina del superventas homónimo escrito por el italiano Federico Moccia. La cinta cuenta la historia del romance entre Hache (Mario), un motero rebelde con un pasado tormentoso, y Babi (María Valverde), una adolescente rica con unos padres sobreprotectores. 3MSC, como también se conoce a la película, catapultó la fama de Mario al plano internacional y dio inicio a su primer romance público: el que tuvo con su coprotagonista. Ambos repitieron sus papeles en la secuela, Tengo ganas de ti en 2012. Sin embargo, la relación llegó a su fin en 2014. Tres años después, Valverde se casó con el director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel.
Carrera prolífica
Tras estas dos películas románticas, Mario diversificó su carrera actoral con papeles más serios. Protagonizó la serie El barco y el filme Los 33, donde compartió pantalla con estrellas como Antonio Banderas y James Brolin. Luego llegó El fotógrafo de Mauthausen, donde obtuvo un papel para el que tuvo que adelgazar 12 kilos. 2020 fue un muy buen año para él a pesar de la pandemia, porque estrenaron dos películas en Netflix: Hogar y El practicante, mientras que en el cine debutaba No matarás (en la imagen), del director español David Victori. Por este último papel ganó el Premio Goya al mejor actor. Dado que la gala fue virtual debido al confinamiento por la pandemia del coronavirus, Mario fue tendencia en internet cuando en su videollamada de aceptación se vio que había complementado su elegante traje con unas pantuflas de Batman. Este año ha estrenado en Netflix Bird Box Barcelona y ha debutado como director en la película Mi soledad tiene alas, protagonizada por su hermano Óscar.
Sus amores
Mario ha tenido varias relaciones con mujeres de alto perfil. Tuvo una relación con la actriz Berta Vázquez hasta 2016. Dos años después comenzó a salir con Blanca Suárez (en la foto), con quien compartió pantalla en El barco. Tras este romance, el actor se emparejó en 2019 con otra compañera de rodaje: la actriz belga Deborah François, a quien conoció en El practicante. Sin embargo, rompieron en 2021 y ese mismo año comenzó una relación con la Miss España (2014) Desiré Cordero, que tampoco duró mucho. En 2022 se supo que estaba saliendo con Aura Garrido, su compañera en El inocente, y en 2023 hubo varios rumores de reconciliación con François porque ambos trabajan juntos en Mi soledad tiene alas, pero han aclarado que tienen una relación amigable y profesional. En los últimos meses, al actor se le ha vinculado con la actriz mexicana Eiza González.
Vida sencilla
A pesar de toda la fama y el dinero, el actor busca llevar una vida relativamente sencilla. En sus ratos libres pasa tiempo con sus amigos de la infancia en bares locales, adora la tortilla de patata con chorizo (odia las verduras) y escucha todo tipo de música, aunque afirma que es un gran fanático del cantante gitano español Camarón de la Isla. Si bien parece que todavía no ha encontrado a su “alma gemela”, Mario ha dicho varias veces que sí quiere establecerse y tener entre cuatro y cinco hijos, una familia grande como la suya. Por otra parte, el actor se mantiene en contacto con sus fans a través de sus redes sociales. ¡En Instagram tiene siete millones de seguidores!
Crítico personal
En varias entrevistas, Mario ha confesado que fue un pésimo estudiante y que se le dificulta bastante aprender su parte en los guiones. Por eso, se considera un “actor de método”, lo que quiere decir que busca sumergirse en la psicología de su personaje. Con esto busca compensar su “mala memoria”, pero no se fía sólo de su esfuerzo. Ha contratado a un preparador personal de interpretación que lo acompaña a todos sus rodajes y critica duramente todo su trabajo cuando no lo hace bien. Mario dijo que en una de sus películas, este asesor le llegó a decir que acaba de hacer “la peor escena que he visto interpretar a un actor”. Ciertamente, el gallego se cuida de mantenerse a la altura de la fama que ha logrado crear desde que era apenas un niño en un anuncio de pizzas.