Mario Massaccesi es uno de los nombres propios y con mayúsculas más importantes del periodismo argentino, ya que cuenta con una dilatada trayectoria profesional en canales del prestigio de El Trece o TN, entre otros. Ya que es poco dado a hablar de su vida privada, sólo podemos conocer los escasos detalles que el propio Mario comparte en sus cuentas de redes sociales.
La discreción siempre por bandera
Según él mismo comentó en una entrevista para TN, sorprendió a una ex pareja manteniendo relaciones con otra persona. En un día en el que Mario se encontraba especialmente dicharachero al respecto, contó incluso que esperó en la puerta hasta que terminaran para poder pillarlos in fraganti y así tener una contundente prueba de infidelidad.
Sin llegar a revelar en ningún momento el nombre de la persona que le fue infiel, Mario comentó que le han traicionado en varias ocasiones, lo que le ha convertido en alguien desconfiado al respecto, como si tuviera una especie de sexto sentido para evitar que se repitan este tipo de situaciones.
Su vida más allá de los focos
Además de ser un reputado periodista, Mario tiene una gran afición que se ha convertido en otra profesión para él: como es ser coach ontológico. De hecho, ya ha escrito la friolera de tres libros sobre la materia, también sobre cómo esta rama de la filosofía le ayudó a superar los momentos más duros de su vida.
Todo esto empezó allá por 2016, cuando Mario visitó la prisión de Los Hornos junto a la psicóloga Patricia Daleiro. Allí pudo conocer de primera mano la situación de muchas madres y de sus niños, evento que cambió para siempre la manera de ver la vida del periodista. En colaboración con Patricia, ha escrito y publicado: Soltar para ser feliz, Saltar al buen vivir y Salir de los miedos, el más recientemente publicado.
La esencia de sus publicaciones
Estos tres libros abordan diferentes maneras de sobrellevar situaciones de miedo y angustia, como pueden ser eventos cotidianos como conducir o hablar en público. Pero también otros aspectos universales más amplios y complicados, como enfrentarse a una enfermedad, la soledad o el envejecimiento.
Mario explica que las generaciones más jóvenes se han educado con menos miedo que sus predecesoras, lo que también les supone más angustia a la hora de enfrentarse a ciertas situaciones, teniendo en cuenta que no están acostumbrados a sentir este tipo de emoción. También destaca la necesidad de entender y ponerse en la piel de los más jóvenes para poder ayudarles en este tipo de casos, ya que la empatía es la clave de la conexión humana.