Entre las décadas de los 50 y 60, México se rindió a los pies de una actriz que encarnó a las villanas más polémicas del cine y la televisión. La diva de ojos verdes era admirada por su belleza y el misterio que irradiaba su vida personal. Ella fue la primera en encarnar a “Teresa”, el papel de una joven capaz de hacerlo todo por salir de la pobreza. Aquí te contamos la triste historia de Maricruz Olivier y lo que se sabe sobre su gran amor.
¿Quién fue Maricruz Olivier?
Nacida en Puebla el 19 de septiembre de 1935, Maricruz pertenecía a una familia conservadora de ascendencia alemana. Desde temprano mostró inclinaciones por las artes. Cursó dos años de la carrera de Filosofía y Letras, pero acabó cambiando la universidad por la actuación: que era su verdadera pasión. Se formó en la Academia de Arte Teatral Andrés Soler, donde recibió clases de maestros destacados como Konstantin Stanislavski y Dimitrio Sarrás. Durante esos estudios, el catedrático Fernando Wagner la descubrió. La llamaban “la chica que actuaba con los ojos”. A sus 18 años debutó con una pequeña aparición en una comedia ranchera: “Esos de Penjamo”.
El salto a la fama
Maricruz alcanzó la fama y el estrellato en 1959, después de obtener el papel principal en la telenovela “Teresa”. Escrita por Mimí Bechelani, el filme trata sobre una mujer bella, joven y ambiciosa que negaba sus orígenes humildes y manipulaba a los hombres para salir de la pobreza. Este rol era asociado a su propia personalidad, pues a Maricruz se la describían como fría y calculadora. El éxito de la producción transmitida por Telesistema Mexicano fue absoluto, hasta el punto de adaptarla al cine. Olivier fue la indiscutible protagonista junto a estrellas de alto nivel como Fernando Rey, Alicia Montoya, Beatriz Aguirre, Manola Saavedra y Andrea Palma. La interpretación de Maricruz hizo que le llovieran multitud de ofertas de trabajo.
Destacada villana
Fueron varios sus papeles protagónicos para el cine y la televisión tras “Teresa”. Sin embargo, los personajes de villana fueron los que más adoró el público y la crítica. Destacan las telenovelas “La sonrisa del diablo” (1970), “Las gemelas” (1972) y “Viviana” (1978), donde la antagonista es la actriz Lucía Méndez. En esa última interpretó a Gloria, una mujer sin escrúpulos y muy fogosa que causó conmoción, pues en ese papel Maricruz realizó escenas de sexo simulado, algo que no se había visto en la televisión mexicana. Entre sus trabajos para la gran pantalla destacan “Hasta el viento tiene miedo” (1967), “El deseo en otoño” (1969) y “Tres mujeres en la hoguera” (1979).
Controversia por su orientación
Tras filmar “Tres mujeres en la hoguera”, la polémica sobre la sexualidad de Maricruz se incrementó, pues ya existían rumores sobre sus preferencias. En el filme interpretaba a una lesbiana de mundo que celaba a su joven amante. La cinta hoy es considerada de culto por la comunidad LGBTQ+. Posteriormente, ella declaró que detestó hacer ese filme. Pero, a pesar de su éxito y de que se le había relacionado sentimentalmente con algunos hombres, nada quedó esclarecido. Maricruz mantenía un amplio ocultismo sobre sus relaciones sentimentales. Personas cercanas a ella aseguran que sí era lesbiana, cosa que ocultaba por la época y por vivir en un “país machista” y “retrógrado”.
El amor de su vida
“Olivier odiaba su lesbianismo” y “temía con todo su ser que su familia y el mundo se enterase”, aseguran periodistas de la farándula. Esta situación amargaría su vida para siempre. Según su círculo íntimo, la relación más sólida que tuvo Maricruz fue con la actriz y directora de cine mexicana Beatriz Sheridan. Ella mantuvo una “amistad” con esta célebre mujer durante muchos años, a pesar de que Beatriz sí era abiertamente homosexual. Ambas estuvieron unidas desde 1964 hasta 1976. Sin embargo, la soledad fue lo que caracterizó la vida de Olivier, así como su afán por mantenerse lejos del escrutinio público.
Vicios y muerte
La actriz llenó su amarga y solitaria vida Maricruz con vicios. Fumaba y bebía alcohol empedernidamente. No le gustaba salir a socializar y solo se le veía cuando trabajaba para alguna telenovela o película. Su último papel fue en la producción televisiva “En busca del paraíso” (1982), junto a las actrices Laura Flores y Victoria Ruffo. Cuando Olivier fue diagnosticada con cáncer de páncreas, la enfermedad ya estaba en un estado avanzado y agresivo. Se dice que llegó a pesar 32 kilos durante su convalecencia e incluso hay rumores de que se suicidó. Sin embargo, las fuentes oficiales señalan que murió tras un paro cardíaco en el Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán, al sur de la Ciudad de México, la mañana del 4 de octubre de 1984. Tenía apenas 49 años.