En 2022, Javier Bardem y Penélope Cruz celebraron un hito importante: ambos fueron nominados como mejor actor y actriz en los Óscar; él por “Being the Ricardos” y ella por “Parallel Mothers”. Sólo otros seis matrimonios han logrado esto en la historia de los premios. No ganaron, pero en las raras apariciones públicas que hicieron para la ocasión demostraron que se han consolidado como una de las parejas más poderosas y estables de la industria. Con una relación marcada por la privacidad y la discreción, estos intérpretes españoles tienen una historia de amor que es tan interesante como sus carreras en el mundo del cine. Aquí te la contamos.
¿Quiénes son?
Los protagonistas de esta historia han sido claramente exitosos por su cuenta. Penélope Cruz comenzó su carrera como actriz en un videoclip de 1988 para el grupo español Mecano, titulado “La Fuerza del Destino”. Más tarde, consiguió su primer papel en un largometraje; “El laberinto griego” de 1992. Entonces su carrera despegó como un cohete: pasó a ser una de las musas del director Pedro Almodóvar y fue la primera española en ganar el Óscar a mejor actriz de reparto por “Vicky Cristina Barcelona”. Tras esto, ha sido nominada al Óscar dos veces más, además de muchos otros premios internacionales que ha recibido. Javier Bardem, que también comenzó a actuar desde niño, comparte el récord de Penélope, porque también fue el primer español en ganar un Óscar como mejor actor de reparto por su trabajo en “No Country for Old Men”, además de contar con seis premios Goya en su haber.
El primer encuentro
Penélope y Javier se conocieron en el rodaje de la película “Jamón, Jamón” en 1992. En una entrevista muchos años después, el actor contó que Penélope le gustó desde el primer momento en que la vio, pero aunque sintieron química, no pasó nada porque en ese entonces ella solo tenía 17 años y él, 22. “(La atracción que sintieron) Fue algo que no tiene explicación y que va más allá de la lógica y el razonamiento. Pero, en aquel entonces, teníamos vidas diferentes, objetivos, metas y propósitos diferentes. Sin embargo, algo había ahí: una energía, una química, una manera de confiar el uno en el otro como seres humanos”, dijo Bardem. Tras terminar el rodaje, ambos siguieron sus caminos por separado durante los siguientes 15 largos años.
Otros amores
El actor de “Mar adentro” siempre ha sido muy celoso de su vida privada y solo se le conoce una relación oficial anterior. Ésta fue con una profesora y traductora española llamada Cristina Payés y tuvo lugar entre 1991 y 2005. Sin embargo, hubo rumores que lo vincularon con actrices con las que compartió escenas; como Ruth Gabriel, Belén Rueda, Natalie Portman, Aitana Sánchez Gijón y Scarlett Johansson, pero nunca se confirmó nada. Por su parte, las relaciones de Penélope sí que fueron mucho más públicas; comenzando con el músico Nacho Cano, de la banda Mecano, entre 1991 y 1995. En 2001 se hizo oficial su noviazgo de tres años con la superestrella Tom Cruise, después de conocerse en el rodaje de “Vanilla Sky”, la adaptación americana del filme español “Abre los ojos”, de Amenábar. Después vino una relación de dos años con su coprotagonista de “Sahara”; Mattew McConaughey.
15 años después
En 2007, Javier y Penélope volvieron a encontrarse para trabajar en la película “Vicky Cristina Barcelona”, del director Woody Allen. Durante el rodaje, que algunos duró algunos meses, se mantuvieron completamente profesionales a pesar de que su química se encontraba igual que 15 años atrás. El último día, Bardem se armó de valor, se acercó a Penélope y le dijo: “Por cierto, me gustas”. Ella respondió: “Ya era hora”. De hecho, el actor ha contado que ese último día rodaron una escena de un beso. “Nos besamos y seguimos, seguimos, y seguimos, y cuando nos dimos cuenta, el equipo se había ido”. Como dato curioso, al final esa escena no apareció en la película, pero sí quedó grabada. Tiempo después, Allen les envió la grabación como regalo de boda.
El momento perfecto
En una de las pocas entrevistas en las que Bardem se ha abierto sobre su relación, relató que cuando se vieron en el set de esa película, la conexión que habían sentido en “Jamón, Jamón” seguía igual. “Resultó que los dos estábamos solteros en ese momento, así que, naturalmente, ocurrió lo que tenía que pasar: dos personas volvieron a conectarse porque compartían un montón de cosas, mucho más de lo que esperaban. Nos conocimos antes de todo el ruido, antes del éxito y antes de que nadie nos viera con otros ojos por lo que éramos ahora, en lo que nos habíamos convertido. Y esa es una base importante, confiar en alguien porque lo conoces de verdad y él te conoce de verdad. Tú me ves, yo te veo. Eso es importante”.
Privacidad al máximo
A diferencia de las otras relaciones públicas de Penélope, su noviazgo con Javier estuvo – y sigue estando– marcado por la privacidad. Los rumores del noviazgo comenzaron a aparecer un año después, en 2008. Pero para 2009, ni siquiera cuando ella ganó el Óscar por “Vicky Cristina Barcelona”, habían sido vistos realmente juntos. Fue en 2010, cuando ya llevaban casi tres años de relación, hicieron su primera aparición pública como pareja, en la gala de los Premios Goya. Poco después, Javier ganó el premio a mejor actor en el Festival de Cannes por “Biutiful”, y por primera vez habló de su novia durante su discurso de aceptación: “Comparto esta alegría con mi amiga, mi compañera, mi amor: Penélope. Te debo mucho y te amo mucho”.
Boda, familia y nada de dramas
A mediados de ese mismo 2010, los actores se casaron en una pequeña e íntima ceremonia en Bahamas, en casa de un amigo. En enero de 2011 le dieron la bienvenida a su primer hijo: Leo. Dos años después tuvieron a su hija: Luna. Desde entonces, se han apoyado mutuamente para continuar con sus carreras mientras crían a su familia en su casa de Madrid, aunque no es muy común verlos juntos en público y se mantienen alejados de los dramas que suele causar la fama. Esto lo logran porque muy pocas veces hablan de sus vidas personales con los medios y se muestran bastante recelosos a la hora de salir con sus hijos. La estrategia parece funcionar bien, porque su amor sigue tan firme como al principio. Parece que no sólo fue la fuerza del destino lo que los mantuvo unidos.
