A primera vista, Raquel Villadiego y Lorena Durán son bastante diferentes: una es rubia, imponente, de más edad, y la otra es morena, más joven y con una presencia más fuerte en las redes sociales. Pero lo que ambas tienen en común es que se han convertido en dos de los rostros más importantes de la corriente de aceptación corporal en España gracias a sus trabajos como modelos de tallas grandes. Conoce sus historias.
Pionera en la industria
Cuando Raquel Villadiego estaba en sus veinte, vivió discriminación por su cuerpo. Muy alta y con una talla considerada plus, aseguró que nunca pudo conseguir trabajo en tiendas porque buscaban empleadas con una fisionomía más pequeña. Sin embargo, y a pesar de que en ese entonces no existía la tendencia curvy, su imagen no pasó desapercibida para una cazatalentos que la descubrió en una discoteca. “Mi historia comenzó como la de muchas otras”, dijo en una entrevista, “con la diferencia de que esta scout me preguntó si me interesaba ser modelo de ‘tallas especiales’, de ‘catálogo’. Me fui de cabeza a por ello”. Así, la imponente rubia se convirtió en una de las primeras modelos plus-size profesionales de España y hoy en día se dedica a abrirles el camino a otras mujeres.
De cazada a cazadora
Tras años de recorrer una carrera exitosa, Raquel (@raquel_villadiego) decidió usar su experiencia para convertirse en profesora de pasarela y en cazatalentos de la agencia Miah Management, con sedes en Barcelona y Madrid. Ahora, es ella quien les da la oportunidad a otras chicas de todas las tallas. Sin embargo, considera que todavía hay bastante camino por recorrer. “Sí, hay un poco más de tolerancia en la actualidad que cuando yo comencé. Ha sido lento, pero vamos encaminadas a mostrar más amor por nosotras mismas. Ahora estamos más empoderadas. Antes, cuando le decía a la gente que era modelo me miraban como si les estuviera mintiendo. Ahora las modelos plus-size son reconocidas”.
Obstáculos superados
La historia de Lorena Durán es un poco diferente. Quiso ser modelo desde chica, pero a los 15 años le detectaron un quiste ovárico. Tras una operación y un tratamiento con anticonceptivos, pasó de ser una talla 36 a una 42 en poco tiempo. A esa edad fue un cambio difícil y llegó a creer que su sueño se había truncado. Sin embargo, pronto se sacudió el pesimismo y hasta se inscribió en concursos de belleza en su Sevilla natal. Fue en uno de esos certámenes que una cazatalentos la descubrió y le dijo: “Tenemos una agencia de moda, estamos muy interesadas en tu perfil, el mundo de la diversidad ha llegado”. A los 19 años, Lorena ya estaba viviendo en Londres (Inglaterra) desfilando para varias marcas.
Oficialmente: un ángel
Por su talla, Lorena (@imlorenaduran) es considerada una modelo curvy, no plus-size, pero aun así se ha convertido en un referente para el movimiento de aceptación corporal gracias a su exitosa carrera: ha trabajado con firmas importantes como Pronovias y El Corte Inglés, ganó el Premio L’Oreal a la mejor modelo de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid en 2022 y ha sido contratada por Victoria’s Secret para ser uno de sus “ángeles”. Lorena se convirtió así en una de las primeras modelos españolas de talla media en trabajar con esta reconocida marca de lencería. También está amadrinada por distintas agencias de modelaje, incluyendo Miah Management, donde su colega Raquel trabaja como cazatalentos.
Rompiendo etiquetas
El éxito de Lorena no ha estado exento de dificultades. A pesar de ser una modelo reconocida internacionalmente, sigue recibiendo críticas por su cuerpo. “En una tienda me llegaron a decir que allí no hacían vestidos para gordas”. Su misión no es solo seguir teniendo una carrera ejemplar, sino también inspirar a otras mujeres que sientan lo mismo que ella. Para esto, considera que lo primero que se debe hacer es dejar a un lado las etiquetas. “Cuando empecé, se me encasilló como modelo curvy o plus-size para definir que tenía una talla diferente a la estándar. No entiendo por qué hay que etiquetarlo todo. Soy Lorena Durán y da igual la talla, no quiero más etiquetas. Creo que este concepto hace daño a la sociedad y crea confusión por meter en el mismo ‘saco’ todo lo que no sea una talla estándar”, dijo en una entrevista para el periódico El Español.
