Su nombre real era María de la Cruz Olivier Obergh y nació el 19 de septiembre de 1935 en la localidad de Tehuacán, en la provincia de Puebla. Falleció de manera prematura el 10 de octubre de 1984 en Ciudad de México. Aunque su carrera estuvo repleta de éxitos, a su vida amorosa la marcaron una profunda tristeza y soledad, lo que la convirtió en una figura trágica dentro del mundo del espectáculo.
Sus comienzos artísticos
Maricruz Olivier comenzó su carrera en el cine a mediados de los años 50, donde destacó destacarse rápidamente por su talento y belleza. Su primer papel importante fue en la película La sombra del otro (1957) lo que le abrió las puertas a una serie de proyectos plagados de éxito, tanto en el cine como en la televisión. Entre sus películas más destacadas se encuentran La rebelión de los adolescentes (1959), Juventud desenfrenada (1960), y El ángel exterminador (1962), del laureado y aclamado director español/mexicano Luis Buñuel.
Su éxito en el mundo de la televisión
Además de su carrera cinematográfica, Maricruz tuvo un gran éxito en la pequeña pantalla. Participó en varias telenovelas que la convirtieron en una de las actrices más queridas de su tiempo. Entre sus trabajos televisivos más famosos están: Corazón salvaje (1966), El usurpador (1967), y Simplemente María (1970).
Su triste vida amorosa
A pesar de su éxito profesional, la vida amorosa de Maricruz Olivier estuvo llena de desilusiones. Su primer gran amor fue el actor mexicano Mauricio Garcés, conocido por su papel de galán en numerosas películas. Sin embargo, la relación no prosperó debido a las infidelidades de Garcés, lo que dejó a Maricruz marcada para siempre.
Tras esa decepción amorosa, la actriz se aventuró con varias relaciones. Pero ninguna llegó a consolidarse como algo duradero. Una de las historias más trágicas de su vida amorosa fue su relación con el productor Ernesto Alonso, conocido como El Señor Telenovela. A pesar de que Maricruz y Ernesto tenían mucha química y sentían admiración mutua, nunca llegaron a formalizar su relación, lo que a Maricruz le provocaba un profundo sentimiento de soledad.
Su lucha contra el alcoholismo
La tristeza y las decepciones amorosas llevaron a Maricruz a beber demasiado, hasta el punto de desarrollar dependencia y adicción. A pesar de sus intentos por superar esta enfermedad, nunca lo logró del todo. Ello afectó tanto su vida personal como profesional, provocando el declive de su carrera en sus últimos años.
Su muerte y legado
Maricruz Olivier falleció el 10 de octubre de 1984 con tan sólo 49 años, víctima de un cáncer de páncreas. Su muerte dejó un gran vacío en el mundo del espectáculo mexicano, pero su legado perdura a través de sus memorables actuaciones. A pesar de su trágica vida amorosa, Maricruz es recordada como una de las grandes actrices de la Época de Oro del cine mexicano y una pionera en la televisión.